Ya falta poquito para la Semana Santa, así que hay que ir entrando en «ambiente»… Un dulce muy típico de estas fechas es la torrija, que no es nada difícil de preparar y además con esta versión al horno, los peques de la casa nos pueden ayudar sin riesgo de salpicaduras de aceite. A esto se añade que con esta receta aprovechamos el pan que nos haya sobrado los días antes.
La receta original se hace con pan de barra que esté duro, pero últimamente se ha puesto de moda hacerla con pan brioche. Si decidís hacerla así, tendréis que reducir las cantidades de azúcar para que no quede demasiado dulce ya que el brioche ya lleva azúcar.
Necesitaremos:
- Pan del día anterior (no tiene que estar completamente seco, simplemente un poco duro) o pan especial para torrijas.
- 600 g. de leche
- 100g. de azúcar
- cáscara de limón y naranja
- canela en rama
- huevo
- canela en polvo
Una vez que tenemos los ingredientes preparados, ¡comenzamos!
En un cazo, ponemos la leche al fuego bajo con las cáscaras de limón y naranja, la rama de canela y cuatro cucharadas soperas de azúcar (o el endulzante que más os guste). Cuando empiece a hervir (cuidado que puede desbordarse) apagamos el fuego, tapamos el cazo y lo dejamos reposar 10 minutos.
A continuación colamos la leche y la ponemos en un recipiente grande para poder mojar las rebanadas de pan. Es mejor hacerlo con la leche templada porque empapa mejor. Ayudaos de una espátula para que no se rompan al sacarlas. Podéis ir bañándolas directamente en huevo batido y poniéndolas en una bandeja con papel de horno.
Precalentamos el horno a 200º C en función grill y metemos las torrijas en la parte alta, 10 minutos por cada lado (vigilad que no se quemen).
Mientras se están haciendo, mezclamos en un bol el azúcar restante y la canela en polvo, y cuando saquemos las torrijas del horno, las espolvoreamos con esta mezcla.
¡Ya están listas para comer! Al hacerlas al horno en lugar de fritas nos ahorramos muchas calorías y posibles quemaduras…
¡¡¡Buen provecho!!!
