La mejor manera de educar a tu hijo en positivo es llevando a cabo un tipo de educación que le motive para que aprenda y repita aquellos comportamientos buenos. Así mismo, educar en positivo también significa conseguir que tu hijo deje de hacer aquello a lo que los padres normalmente no prestan atención y miran hacia otro lado. Aunque, visto de esta manera pueda parecer enormemente fácil, comprobarás que si intentas ponerlo en práctica es más complicado de lo que parece.
Y es que esta forma de educar a los niños en positivo requiere cierto entrenamiento y autocontrol. Esto ayudará a no caer en el grito fácil y en la amenaza continua cuando los padres están cansados. También a que el niño no repita comportamientos negativos y vuelva a tropezar en la misma piedra.
Educar en positivo también significa:
- Hablar sin perder la calma y sin gritar. Recuerda que no por hablar más fuerte tienes más razón, ni conseguirás que tu hijo actúe con más rapidez. Es más, puede que esta forma de hablar al niño consiga el efecto contrario: que el niño no haga caso a los continuos chillidos.
- Ser más firme que drástico. No sirve de nada castigar permanentemente si la mitad de las veces no cumples el castigo. Muchas veces nos da pena ver al niño castigado y enseguida le levantamos el castigo. El mejor modo de lograr un comportamiento responsable es que los niños sepan cuál es la consecuencia de sus actos. Haz la prueba y verás.
- Evitar colocar etiquetas que se refieran a sus defectos. Esto, lejos de animarle a cambiar, hará que tu hijo piense que nunca podrá hacerlo.
- No compararle con su hermano o su amigo. Los niños crecen y se desarrollan a su propio ritmo y tienen su propio temperamento y personalidad, ni mejor ni peor que la de otro niño. Al comparar a tu hijo con otra persona, él puede interpretar que tú deseas que sea diferente. Además, esta forma de educar, comparándole una y otra vez con los demás, seguramente hará que en la edad adulta sea él el que se compare una y otra vez con las otras personas, contribuyendo a crear en él una fuerte sensación de inseguridad.
- Mostrarte receptivo ante cualquier cosa que tus hijos te quieran contar. Eso favorecerá la comunicación y ayudará a que tu hijo confíe más en ti y podáis hablar de esos comportamientos positivos y negativos.
En resumen, educando en positivo tus hijos crecerán más felices y seguros de sí mismos y tú disfrutarás más de acompañarlos en esta etapa de su vida; una etapa que es agotadora, pero también gratificante. Épocas como el comienzo del curso, son un buen momento para que te propongas enfrentarte a la rutina y al día a día con la actitud que más os beneficie a todos. Estamos seguros de que tus hijos te lo agradecerán.